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Nuestra salud depende de la forma en que vive nuestra sociedad.

Enfermedades de la civilización moderna

El estilo de vida afecta directamente a nuestra salud. En los paises occidentales son comunes unas enfermedades cuyos factores podrían atribuirse a la manera en que viven sus individuos. Son las llamadas enfermedades de la civilización moderna.


Enfermedades crónicas. Enfermedades de hoy

Los orígenes de este blog, se deben a que padezco una enfermedad crónica y sin cura conocida que entre otros factores considero que algunos podrían ser debidos al estilo de vida occidental moderno.

Estando convencido de esto y viendo que la medicina convencional no tiene cura para mi enfermedad, no me queda más remedio que investigar por mi cuenta, tratar de encontrar estos factores y trabajarlos corrigiendo mi forma de vivir.

¿Qué son las enfermedades de la civilización moderna?

Son enfermedades que están en auge en la época actual. También se denominan enfermedades de forma de vida moderna o de estilo de vida. Son enfermedades que podrían atribuirse a la manera en que vive la sociedad occidental moderna en general (1)(2).

Desde el punto de vista de la evolución serían enfermedades del desajuste evolutivo, ya que se producirían al no vivir en armonía con nuestro ambiente. Nosotros como seres vivos estamos desajustados respecto a este ambiente moderno.

La alimentación, el sedentarismo o el estrés podrían ser claros ejemplos de importantes factores (3)(4) para desencadenar muchas enfermedades de este tipo. Pero hay muchos más (5)(6).

Podríamos englobar a la gran mayoría de enfermedades crónicas (7)(8).

Enfermedades de la civilización, forma de vida Principales causas de forma de vida que producen enfermedades en la civilización moderna  - Imagen PMC

¿Cómo clasifico yo una enfermedad dentro de este grupo?

Para incluir una enfermedad dentro de este grupo, en mi opinión (recuerda que no soy médico), debe tener factores atribuibles a la forma de vida (9) que sean vitales o que sin ser vitales tengan un peso considerable para que se desarrolle la enfermedad.

¿Cuál es la forma moderna de vivir?

Para mi, la forma moderna de vivir es aquella que hemos modificado respecto a la manera en que lo hacían nuestros antepasados. Es decir, detalles de la vida que hemos cambiado respecto a cómo lo hemos hecho durante cientos de miles de años.

Existen distintos cambios producidos en diferentes épocas y cada cambio tiene sus consecuencias (10). Pero una característica importante en las enfermedades del estilo de vida es que los cambios son, por lo general, relativamente recientes.

Por ejemplo la alimentación (11). Hubo un cambio muy importante cuando se desarrolló la agricultura y la ganadería hace 10.000 años. Tuvo sus consecuencias (12). También hubo otro cambio hará unos 200 años, que las tuvo peores todavía (13). Debido a mi opinión sobre la alimentación, defiendo una dieta más evolutiva o paleo y rechazo la comida procesada.

Además del qué se comía también ha variado el cómo. En las sociedades modernas se tiene acceso continuo a la comida, no se hacen periodos de ayuno (14)(15), etc.

El calzado pasó a incorporar masivamente suelas de goma allá por la década de los 70. La goma nos aísla del suelo. También tuvo sus consecuencias. Siendo consciente de esto, tuve que introducirme en el earthing o grounding, que consistiría en recuperar esta conexión perdida con la Tierra (16)(17).

La invención del alumbrado público también nos ha afectado de una forma importante igual que la invención de la luz eléctrica. La fotosensibilidad de la retina comunica con el cerebro y altera nuestro funcionamiento biológico (18)(19).

Importantes hormonas dependen de la luz y de las frecuencias con las que mantenemos una interacción ya sea con la piel o con los ojos: Seroronina, Melatonina, Vitamina D, etc…

Vemos una película hasta tarde, salimos a tomar una copa por la noche o trabajamos por turnos y esto afecta a los ritmos circadianos (20). También tiene sus consecuencias (21). Tirando del hilo descubrí la cronobiología, un término que desconocía (22)(23)(24).

Es innegable que la electricidad y la bombilla incandescente, a partir de la Revolución Industrial, han producido cambios sociales, culturales o laborales que afectan indirectamente a nuestra fisiología y por tanto a nuestra salud.

Estamos rodeados de tóxicos. Los pesticidas (25)(26), metales pesados (27), o los disruptores endocrinos (28)(29) también afectan en mayor o menor medida a nuestra salud. Así que la carga tóxica también es un campo en el que se debe trabajar.

También cambié la manera de tomar el sol, lo que implicó mejor síntesis de vitamina D, muy importante para prevenir o luchar contra muchas enfermedades (30)(31), entre ellas la esclerosis múltiple que padezco (32). Al recuperar la relación con el sol, se recuperan los niveles de serotonina y con ellos la producción de melatonina. Un antioxidante endógeno muy castigado por el estilo de vida de las sociedades modernas.

Retomé mi papel de anfitrión en el mutualismo para dar un hogar a tantas y tantas bacterias que hemos acogido durante millones de años (33)(34) y que hoy hemos casi aniquilado. Lo que hacían estos microorganismos por nosotros es de vital importancia para nuestra salud.

Son sólo unos ejemplos de elementos que conforman nuestras vidas, pero que para algunos individuos son gotas que colman el vaso de su salud. Desgraciadamente acumular estos elementos durante años favorecen el desarrollo de alguna enfermedad crónica, muchas veces de difícil diagnóstico y que la medicina convencional no acaba de ser capaz de curar.

¿Cómo afecta la forma de vida a la salud?

Las especies evolucionan adaptándose a los cambios de su entorno. Pero a una velocidad de miles de años. El entorno del homo sapiens ha evolucionado más rápido de lo que es capaz de evolucionar genéticamente. Ese es el problema.

Los cambios producidos en nuestra civilización moderna respecto a formas de vida más antiguas, han ocurrido a una velocidad mayor que la que tiene nuestra biología para adaptarse a ellos.

Esto significa que nuestro organismo está viviendo en un entorno no apto para él. Estamos viviendo en un entorno tóxico para nuestra especie que poco a poco nos está enfermando aportando a nuestra sociedad moderna cada vez más enfermedades.

Estas enfermedades tienen distintas formas de exteriorizarse en función de cada individuo, algo que dificulta enormemente su diagnóstico haciendo que los pacientes salten de un especialista a otro, tomando medicamentos para el resto de sus vidas que sólo ocultan los signos dejando dentro la raíz de la enfermedad.

Regresando a la forma de vida ancestral. El paleolítico.

Es imposible regresar a la forma de vida de hace 30.000 años. Pero sí que podemos trabajar en reorganizar nuestro entorno, nuestro ambiente, nuestro hábitat a las necesidades de nuestra biología.

En lugar de forzar la máquina para que se adapte a los cambios producidos en los últimos años, podemos tratar de minimizar estos cambios, hacerlos menos intensos y fluir con lo que nuestra biología necesita.

No se trata de salir al bosque y taparnos con la piel de un jabalí que hayamos cazado con un lanzavenablos. No es eso. De lo que se trata es de averiguar qué aspectos de nuestro entorno perjudican a nuestra salud y tratar de adaptarlos para que ese daño sea el menor posible.

Debemos armonizar nuestro entorno para que se adapte de nuevo a nosotros. No nosotros a él.

¡Paleolitiza tu entorno!

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Por Paleolíticofeliz.

 

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